Este refrán sugiere que a veces, frente a situaciones o personas irracionales («bestia loca»), lo más sensato es ser cauteloso y reflexivo («recuerdo modorro»). Indica que no es prudente actuar impulsivamente o sin pensar en respuesta a acciones descontroladas o irracionales. En lugar de eso, se aconseja tomar un enfoque más meditado y considerado.