Este refrán sugiere que cada situación, lugar o problema tiene alguien responsable o encargado de él. Se usa para indicar que cada cosa tiene a alguien que la atiende o se ocupa de ella, ya sea para bien o para mal.
Este refrán sugiere que cada situación, lugar o problema tiene alguien responsable o encargado de él. Se usa para indicar que cada cosa tiene a alguien que la atiende o se ocupa de ella, ya sea para bien o para mal.