Este refrán indica que cuando los costos se dividen entre varias personas («a escote»), ninguna de ellas siente que el precio es excesivamente alto. Se utiliza para sugerir que los gastos compartidos son más manejables.
Este refrán indica que cuando los costos se dividen entre varias personas («a escote»), ninguna de ellas siente que el precio es excesivamente alto. Se utiliza para sugerir que los gastos compartidos son más manejables.