Este refrán se usa para expresar que no se pueden deshacer o remediar las acciones una vez que se han realizado. Sugiere que ciertas acciones tienen consecuencias permanentes o irreversibles y que es mejor pensar antes de actuar.
Este refrán se usa para expresar que no se pueden deshacer o remediar las acciones una vez que se han realizado. Sugiere que ciertas acciones tienen consecuencias permanentes o irreversibles y que es mejor pensar antes de actuar.