A la mujer y a la cabra, soga larga. Pero sin perderla de vista: Este refrán sugiere que tanto las mujeres como las cabras necesitan cierta libertad y espacio para moverse, pero también advierte que no se debe perder de vista a ninguna de las dos. En el caso de las mujeres, podría referirse a darles cierta autonomía, pero siempre manteniendo una relación cercana y vigilante.