A los quince el que quise, a los veinte el que quiso mi gente y a los treinta el que se presenta: Este refrán alude a las diferentes etapas de la vida amorosa. A los quince años, uno puede elegir a quien le guste, a los veinte años, la opinión de la familia es importante, y a los treinta años, uno está dispuesto a aceptar a quien se presente.