Amistades que del vino se hacen, al dormir la mona se deshacen: Este refrán español señala la volatilidad de las amistades formadas en momentos de euforia o bajo la influencia del alcohol. Las relaciones establecidas en estas circunstancias suelen ser superficiales y no perduran más allá del efecto efímero y desinhibidor del vino. Una vez que la intoxicación pasa y se retorna a la sobriedad, la conexión emocional que parecía fuerte se revela como débil o inexistente.