Con vil dinero, tendrás vela y candelero; sin dinero vil, ni candil.: Este refrán destaca que el dinero, aunque no sea noble o digno, proporciona los medios para tener tanto una vela como un candelabro, lo que sugiere comodidad y lujo. Sin dinero, incluso las necesidades básicas como la iluminación (candil) pueden ser un desafío.