Cuando el toro desconoce el tintineo del cencerro de su rebaño se pierde.: Este refrán hace referencia a la importancia de que un toro conozca el sonido del cencerro de su rebaño. Si no lo reconoce, puede perderse o desorientarse. Metafóricamente, se utiliza para enfatizar la importancia de mantenerse conectado con lo que uno conoce y entiende.