«El mozo bien criado, no habla si no es preguntado»: Este refrán resalta la virtud de la modestia y la discreción. Un joven bien educado no habla a menos que se le haga una pregunta, lo que sugiere que no es presumido o intrusivo.
«El mozo bien criado, no habla si no es preguntado»: Este refrán resalta la virtud de la modestia y la discreción. Un joven bien educado no habla a menos que se le haga una pregunta, lo que sugiere que no es presumido o intrusivo.