«Fruta mala, pero ajena, ¡oh, qué buena!»: Se refiere a que la fruta de mala calidad, pero que no es propia, a menudo se considera mejor o más apetecible debido a la falta de responsabilidad sobre su calidad.
«Fruta mala, pero ajena, ¡oh, qué buena!»: Se refiere a que la fruta de mala calidad, pero que no es propia, a menudo se considera mejor o más apetecible debido a la falta de responsabilidad sobre su calidad.