La lujuria nunca duerme. Refleja la idea de que los deseos y pasiones, especialmente los sexuales, están siempre presentes y activos, sin descanso, sugiriendo la constante tentación o el impulso humano hacia ellos.
La lujuria nunca duerme. Refleja la idea de que los deseos y pasiones, especialmente los sexuales, están siempre presentes y activos, sin descanso, sugiriendo la constante tentación o el impulso humano hacia ellos.