La tortilla y la mujer, se han de comer en caliente, pues si las dejas enfriar, ni el diablo les clava el diente – Este refrán humorístico sugiere que tanto las tortillas como las mujeres deben disfrutarse y apreciarse cuando están «calientes» o disponibles, ya que si se dejan «enfriar», es decir, se ignoran, pueden perder su atractivo.