Los perros abren los ojos a los 15 días, los pendejos… nunca – Este refrán utiliza un juego de palabras humorístico para expresar que algunas personas pueden ser lentas en entender o aprender cosas nuevas. Se compara a las personas con perros, ya que los cachorros de perro abren los ojos después de unos días de nacer, mientras que aquellos que son «pendejos» o lentos en comprender, nunca parecen mejorar en ese aspecto.