Manos frías, corazón de un día; manos calientes, corazón para siempre – Este refrán destaca la relación entre la temperatura de las manos y la personalidad de una persona, insinuando que las manos frías pueden pertenecer a alguien con una personalidad cambiante. Puede sugerir que alguien con manos frías no es confiable o tiene un carácter voluble.