Más peligrosa esa vieja, que un tiro entre ceja y ceja – Este refrán sugiere que una mujer, en este caso referida como «esa vieja,» puede ser extremadamente peligrosa o perjudicial, incluso más que un disparo preciso entre las cejas (una referencia a un disparo fatal). Es una manera de enfatizar que no se debe subestimar la capacidad de alguien basándose únicamente en su apariencia o edad.