Más quiero ser de moza desdeñada, que de vieja rogada – Este refrán destaca que es preferible ser despreciado o rechazado por alguien cuando se es joven, en lugar de ser deseado o pretendido por esa misma persona cuando se es mayor. Implica que es mejor no tener que depender de la atención de alguien en la vejez después de haber sido desdeñado en la juventud.