Mi marido es tamborilero; Dios me lo dio y así lo quiero. – A pesar de las imperfecciones o peculiaridades de una pareja, se acepta tal como es porque fue un regalo divino.
Mi marido es tamborilero; Dios me lo dio y así lo quiero. – A pesar de las imperfecciones o peculiaridades de una pareja, se acepta tal como es porque fue un regalo divino.