Una buena cabra, una buena mula y una buena mujer, son muy malas bestia las tres: Este refrán juega con la idea de que, aunque estos elementos (cabra, mula y mujer) pueden ser valiosos y útiles en sus respectivos contextos, también pueden ser difíciles de manejar o controlar cuando se comportan mal. Se utiliza humorísticamente para destacar las dificultades que pueden surgir en la vida cotidiana.